Los datos de hoy de Eustat que tenemos desde el estado de alarma, decretado el 14 de marzo, y confirman lo que ya sabíamos: el desplome y el parón en seco de la actividad turística. Las medidas de confinamiento, el cierre de fronteras y el cese de la actividad han provocado un descenso en todos los indicadores que, obviamente, hace unos meses no habríamos esperado ni por asomo.
El covid 19 empezó como una crisis sanitaria, en la que empezamos a ver la luz al final del tunel, pero también ha desencadenado una crisis económica sin precedentes, que ha afectado especialmente y con una dureza inusitada al sector turístico. Un sector que estaba experimentando un auge en el territorio y que supone más del 7% de nuestro producto interior bruto. Al igual que en otros casos, las pymes y los profesionales autónomos son los más afectados por la caída de ingresos y la falta de liquidez.