Decía Winston Churchill que fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. La frase me ha recordado a la actitud de Bildu con su permanente obsesión con el puerta a puerta. A estas alturas es evidente que Bildu ha hecho bandera política de esta cuestión, con consecuencias muy graves: en lugar de cumplir su deber y poner Diputación, mancomunidades y ayuntamientos al servicio de la ciudadanía, somete a ésta al dictado de dichas instituciones, o más concretamente, al servicio de los postulados ideológicos de Bildu, que es quien gobierna. Y es que, lamentablemente, Bildu ha hecho de la recogida de basuras una cuestión de disputa ideológica.
Han pasado unos meses desde que el partido de Garitano anunciara su intención de imponer el puerta a puerta en 34 municipios de Gipuzkoa mediante una rueda de prensa, en lo que constituyó una falta de respeto flagrante hacia dichos Ayuntamientos, sus representantes públicos, y sobre todo a la ciudadanía. En Zarautz, que es uno de esos 34 municipios, desde la oposición hemos presentado más de una moción reclamando que sea la ciudadanía la que tenga la última palabra sobre la puesta en marcha del puerta a puerta a través de una consulta, y Bildu siempre ha votado en contra.