La semana no le ha podido ir peor a Patxi Lopez. El lunes Mikel Torres, secretario de organización del PSE-EE, en una entrevista en Radio Euskadi arremetió contra el lehendakari por no haberse enterado de la negociación con el PNV y denunció que se han traspasado algunas líneas rojas en el caso del Guggenheim de Urdaibai. Idoia Mendia, la portavoz del ejecutivo, no tardó ni 24 horas en desautorizar al número dos de la ejecutiva socialista afirmando que el Gobierno Vasco ha estado enterado en todo momento de las negociaciones. A estas alturas ya no sabemos a quien pretenden engañar pero lo que está claro es que el malestar en las filas socialistas es notorio. El miércoles Zapatero nombra a Ramón Jauregui como nuevo ministro de presidencia, a sabiendas que la relación con los suyos en Euskadi es mala o muy mala. No hay más que leer el Correo de esta semana donde se recuerda lo dicho por el señor Jauregui a este diario, » no debo nada a mis compañeros del PSE, que en ningún momento han reivindicado a su viejo secretario general «. Y no hay nada mejor para terminar la semana que disfrutar del viernes y terminar la semana con todos los deberes hechos. Esto es lo que debió pensar Ramon Etxezarreta cuando criticó con dureza a Patxi Lopez y a sus colaboradores más cercanos en su semanal columna del Diario Vasco. Ni el peor enemigo dedica semejante columna.